Pastor Alemán

Pastor Alemán

El Pastor Alemán, también conocido como Ovejero Alemán, es una de las razas más populares y versátiles del mundo. Famoso por su lealtad, inteligencia y habilidades para el trabajo, este perro ha sido utilizado en una amplia variedad de tareas, desde la protección y el pastoreo hasta las operaciones de búsqueda y rescate. Sin embargo, no es solo su capacidad laboral lo que lo hace tan especial. Al pensar en adoptar un Pastor Alemán, es fundamental conocer su historia, características y cuidados necesarios para asegurar su bienestar.


Origen e Historia del Pastor Alemán

El origen del Pastor Alemán se remonta a finales del siglo XIX. La raza fue desarrollada por el capitán de caballería alemán Max von Stephanitz, quien soñaba con crear un perro de trabajo de aspecto noble y habilidades sobresalientes. En una exposición canina, Von Stephanitz encontró a Héctor von Lücken, un perro que se convertiría en el fundador de la raza moderna. Con la ayuda de Arthur Meyer, estableció el primer club de Pastores Alemanes, y Héctor fue renombrado como Horand von Grafrath, siendo el primer perro registrado oficialmente de la raza.

Pastor Alemán

El Pastor Alemán cobró gran notoriedad durante las dos guerras mundiales, donde su versatilidad y capacidad de adaptación a diversas tareas lo hicieron un perro imprescindible para los ejércitos. Desde entonces, ha sido utilizado en múltiples actividades como perro policía, de rescate y de servicio para personas con discapacidades.


Características Físicas

El Pastor Alemán es un perro grande y bien proporcionado. Los machos suelen medir entre 60 y 65 cm a la cruz, mientras que las hembras tienen una altura de entre 55 y 60 cm. En cuanto al peso, los machos se sitúan entre 30 y 40 kg, mientras que las hembras pesan alrededor de 22 a 32 kg. Su cuerpo es más largo que alto, con una línea superior inclinada que le da ese aspecto imponente y atlético.

El pelaje es otro de sus rasgos distintivos. Es un manto doble, con una capa interna densa y una capa externa recta, dura y pegada al cuerpo. Existen varias combinaciones de colores aceptadas, siendo las más comunes el negro con fuego y el negro sólido, aunque también se puede encontrar en tonos grisáceos. Es importante tener en cuenta que, debido a su pelaje, el Pastor Alemán pierde pelo de manera constante, lo que requiere un cepillado diario para mantenerlo en óptimas condiciones.


Carácter y Temperamento

El carácter del Pastor Alemán es una de las principales razones de su popularidad. Se trata de un perro equilibrado, seguro y confiable, cualidades que lo hacen apto tanto para familias como para trabajos de alta exigencia. Su coraje e instinto de defensa son legendarios, lo que lo convierte en un excelente perro guardián. Sin embargo, a pesar de su apariencia intimidante, no es un perro agresivo por naturaleza. Con Los extraños tiende a ser desconfiado, pero su comportamiento es siempre controlado y equilibrado.

La socialización desde cachorro es fundamental para evitar problemas de comportamiento. En mi experiencia personal, he notado que cuanto más temprano se comience a socializar al Pastor Alemán, mejor se adaptará a diferentes situaciones y personas. Esta raza es increíblemente fácil de entrenar, ya que posee una alta capacidad de aprendizaje y un fuerte deseo de complacer a su dueño. Esto la hace ideal para quienes buscan un perro que responda bien a la educación en obediencia.


Cuidados y Salud del Pastor Alemán

Uno de los aspectos más importantes al adoptar un Pastor Alemán es asegurarse de que reciba los cuidados adecuados. Al ser una raza grande y activa, necesita una dieta rica en proteínas que satisfaga sus altas demandas energéticas. Una alimentación con un contenido de al menos 22% de proteínas y entre 5% y 8% de grasas es esencial para mantener su musculatura en óptimas condiciones. Además, el Pastor Alemán requiere mucho ejercicio diario para mantenerse en forma física y mental. Los paseos largos y las sesiones de juego al aire libre son actividades que deben integrarse en su rutina diaria.

Pastor Alemán

En cuanto a la salud, debido a la popularidad de la raza, se ha visto afectada por la cría indiscriminada, lo que ha incrementado la prevalencia de ciertas enfermedades hereditarias como la displasia de cadera y displasia de codo. En mi experiencia, es vital adquirir este tipo de perros de criadores responsables que realicen pruebas genéticas a sus ejemplares para minimizar el riesgo de enfermedades. También he notado que las visitas regulares al veterinario, cada seis meses, pueden prevenir problemas mayores y garantizar una buena calidad de vida.


Educación y Adiestramiento del Pastor Alemán

El adiestramiento es una parte esencial en la vida de un Pastor Alemán. Estos perros son conocidos por su capacidad para aprender comandos complejos y realizar tareas que requieren un alto nivel de concentración. Desde cachorros, es recomendable iniciar con una educación básica en obediencia, así como juegos que estimulen su inteligencia y mantengan su mente activa. Una vez adiestrado, un Pastor Alemán puede ser utilizado en múltiples funciones, desde el trabajo policial hasta la asistencia personal.

En mi experiencia personal, la clave para un buen adiestramiento es la constancia y el refuerzo positivo. El Pastor Alemán responde muy bien a las recompensas, y mantener sesiones cortas pero regulares es fundamental para asegurar que los comandos se asimilen correctamente.


Adoptar un Pastor Alemán es una decisión que trae consigo múltiples recompensas. Esta raza combina a la perfección lealtad, inteligencia y una increíble capacidad para el trabajo. Sin embargo, también es importante estar preparado para proporcionarle los cuidados adecuados, tanto en lo que respecta a su alimentación como a su salud y adiestramiento. Con la educación correcta y una rutina de ejercicio constante, el Pastor Alemán puede convertirse en un compañero ideal, ya sea para el hogar o para tareas más especializadas.

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